La Ley del Trabajo Médico (D.Leg. N° 559) es un instrumento legal que reconoce la complejidad, la dedicación y la trascendental responsabilidad que implica la profesión médica. Para el médico intensivista, cuya labor se sitúa en la primera línea de la atención a pacientes en estado crítico, las disposiciones de esta ley son de máxima relevancia, aunque su aplicación práctica presente desafíos.
La ley establece una jornada laboral para los médicos cirujanos de 6 horas diarias, o su equivalente de 36 horas semanales o 150 horas mensuales, incluyendo el trabajo de guardia (actividad complementaria). Sin embargo, la naturaleza impredecible y la alta demanda de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) frecuentemente conllevan a jornadas que exceden estos límites. Es crucial reconocer que la fatiga acumulada por horarios extensos y guardias extenuantes no solo impacta negativamente la salud y el bienestar del intensivista, sino que también puede comprometer la seguridad del paciente. Las instituciones proveedoras de salud tienen la responsabilidad de implementar sistemas de organización del trabajo que, respetando el espíritu de la ley, aseguren dotaciones de personal adecuadas, rotaciones equilibradas y periodos de descanso efectivos post-guardia para mitigar el riesgo de agotamiento profesional (síndrome de burnout) y error médico.
El concepto de trabajo de guardia en la UCI merece especial atención. Estas guardias suelen ser de alta intensidad, requiriendo vigilancia constante y toma de decisiones críticas durante periodos prolongados. La ley las incluye dentro de la jornada, pero su frecuencia y la carga de trabajo asociada deben ser gestionadas para no sobrepasar la capacidad física y mental del profesional.
La ley también aborda la carrera médica y la remuneración, estipulando que en el Sector Público Nacional se buscará una nivelación progresiva con las remuneraciones del Instituto Peruano de Seguridad Social (EsSalud). Una remuneración justa y una carrera profesional bien estructurada, que reconozca la alta especialización y la dedicación que exige la medicina intensiva, son fundamentales para la atracción y retención de talento en estas unidades críticas.
Fuente: Ley del Trabajo Médico